Bueno, estoy de regreso. Hace como 2 semanas que no pasaba por aquí.
¿Qué dicen, me extrañaron?
Sí, yo ya sé que me contradije. Les había dicho que la dedicación a este blog aumentaría, pero la verdad es que he estado muy ocupado
Pero bueno, dejemos eso atrás. Como ya les había comentado anteriormente, en este blog se publicarán diversos tipos de contenidos. Uno de ellos, como ya lo habrán notado, serán escritos hechos por un servidor. Así que esta semana podrán leer algunas pequeñas historias que he hecho. Espero que les guste
-Oye, tengo algo muy importante
que decirte
-Dime, ¿qué ocurre?
-Anoche la vi, después de mucho tiempo.
-¿En serio? ¡Vaya, eso es genial! ¿Y qué hiciste?
-Primero que nada, corrí a abrazarla. Creo que ella también hizo lo mismo. Acaricié su hermoso cabello negro y sus suaves y sonrojadas mejillas. La miré a los
ojos, los más bellos que he visto en mi vida. La tomé por la cintura y la besé,
como si fuera el último beso que le fuera a dar.
-¿Ah sí? ¿Qué más?
-Pues, caminamos mucho, conversamos de tantas
cosas, nos reímos demasiado. Fue como en los viejos tiempos. Solamente ella y
yo contra el mundo.
-Me siento feliz por ti, amigo.
-Sí, pero aún falta lo mejor. Después de tanto
caminar, decidí que era el momento de consumar nuestro amor. Así que no dude ni
un segundo en hacerlo. La tomé de las manos y le dije que era el ser humano más
maravilloso de este planeta, que no había nadie más con quien me gustaría pasar
el resto de mi vida. Entonces, fue cuando me arrodillé, saqué de mi bolsillo
derecho una pequeña caja, que contenía el anillo de compromiso más brillante
que he visto en mi vida. Ella se quedó sorprendida. Unas lágrimas recorrieron
sus mejillas y en sus labios se dibujó una enorme sonrisa. Le pregunté al fin
si quería casarse conmigo.
-¡NO INVENTES! ¿QUÉ TE DIJO?
-No lo sé. Fue en ese momento cuando desperté y me
di cuenta de que ella ya no está conmigo.
-¡Qué triste, amigo!
-Sí, ya lo sé. Bueno, tengo que irme.
-¿A dónde irás?
-Iré a visitarla.
-¿Esas flores son para ella?
-Sí. Claveles rojos, sus favoritas. Hoy se cumplen 5 años de su partida.
-¿Puedo hacerte una pregunta, antes de que te
vayas?
-Claro, dime.
-Si ella no se hubiese ido tan pronto, ¿cuál crees
que haya sido su respuesta?
-Amigo mío, llevo preguntándome eso 5 años, y aún
no logro encontrar la respuesta.
Esperen más durante la semana.
J.P. Lincoln